¿Pero por qué de pronto tantos optan por la dirección bicéfala? Según los analistas, el tiempo de los egos todopoderosos habría pasado, y compartir la responsabilidad parece ser el futuro de la gestión cultural. “Un hombre y una mujer trabajando juntos es un símbolo poderoso. Es una visión del mundo mucho más rica, que pasa por lo colectivo”, explica Natacha Koutchoumov.
Por su parte, Sami Kanaan, director de asuntos culturales de Ginebra, explicó para medios locales que: “las competencias actuales que necesita un director son tan variadas que el tándem se revela como una buena opción”. Mientras que Denis Maillefer señala que el trabajo en equipo es “un antídoto contra la megalomanía y el abuso de poder”. Algo muy apreciado en la democrática Suiza.
Aunque la dirección múltiple y con fuerte presencia femenina tampoco es nueva en Suiza. Ya en el año 2008 Art Basel, la referencia mundial del mercado del arte, optó por tres codirectores y situó a Cay Sophie Rabinowitz, Annette Schönholzer y Marc Spiegler a la cabeza de la institución. Aunque diez años más tarde solo Spiegler sigue.Tan notable tendencia ha dado de que hablar en ese país y en Europa.
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